La amaxofobia es un tipo de fobia muy común en el que las personas padecen un miedo paralizante al momento de conducir. Aprender a identificarlo es clave para determinar qué tratamiento es el indicado en cada caso.
En promedio, 1 de cada 4 conductores padece de amaxofobia, o pánico irracional al conducir un vehículo. Si bien esta patología es muy común, no mucha gente sabe de qué se trata ni que existe, por lo que diagnosticarla puede tomar su tiempo.
Aprender a reconocer los síntomas a tiempo es el primer paso para hallar un tratamiento adecuado que ayude a minimizar los síntomas y que la persona alcance la tranquilidad necesaria para sentarse al volante.
¿Qué es la amaxofobia?
No es difícil definir la amaxofobia. La misma se trata del miedo o pánico paralizante que aparece al momento de conducir un auto. La sensación aparece incluso mucho antes del momento de subir al mismo. Para muchas personas, el sólo pensamiento de enfrentar la conducción es motivo suficiente para que se presente este cuadro de ansiedad.
Si bien no es raro que algunas personas sufran algo de nerviosismo al momento de sentarse al volante -sobretodo frente a situaciones particularmente estresantes como mucho tráfico o caminos desconocidos-, la amaxofobia es una patología que va más allá y lleva al afectado a cancelar planes o evitar salidas para no tener que enfrentar el auto, afectando así su vida social y/o laboral, y en consecuencia, su salud mental.
¿Por qué se produce la amaxofobia?
Existen varios causales que pueden culminar en un diagnóstico de amaxofobia, los cuales tienen raíces diferentes. Sin embargo, algunos de los cuadros más comunes son:
- Haber sufrido un accidente automovilístico que haya dejado secuelas físicas o mentales, lo que sería denominado un estrés postraumático.
- Haber tenido una mala experiencia en el momento en que se aprendió a manejar.
- Haber estado sin manejar durante un largo período de tiempo.
- Padecer de agorafobia, o pánico a estar en lugares de los que no sería tan sencillo escapar.
¿Cuáles son los síntomas de la amaxofobia?
La amaxofobia está catalogada dentro del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V) como un tipo de ansiedad, por lo que sus síntomas no son particulares del cuadro y pueden ser muy similares a los de cualquier tipo de crisis de angustia o ataque de pánico. Si bien pueden diferir de persona a persona, generalmente los mismos incluyen:
- Síntomas físicos, como sudoración excesiva, mareos, palpitaciones, ahogos, dolor de estómago.
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- Aparición de miedos irracionales y pensamientos intrusivos que muestran situaciones catastróficas al momento de conducir.
- Ansiedad generalizada y pesadillas frente al más mínimo pensamiento relacionado con la conducción.
¿Cómo sé si tengo amaxofobia?
La aparición de varios de los síntomas arriba descritos frente a una situación de manejo debería dar algunos indicios acerca de si se padece este trastorno o algún tipo de ansiedad relacionada con la conducción. Sin embargo, existe una auto-evaluación que fue elaborada por psicólogos para que las personas logren identificar si podrían sufrir de amaxofobia. El resultado de la misma, por supuesto, debe ser corroborado y confirmado por profesionales de la salud capacitados para hacerlo.
Para hacer el test es necesario puntuar de 0 (nada) a 5 (mucho) el grado de temor que generan las siguientes situaciones. De acuerdo con el puntaje, si el resultado va de 0 a 44, probablemente no se padezca de amaxofobia; si va de 45 a 63, es posible que estén comenzando a desarrollarse los miedos; de 64 a 84 es probable que se padezca amaxofobia; de 85 a 100 la amaxofobia podría ser incapacitante.
- Arrancar en pendiente
- Incorporarse a las autopistas
- Al estacionar, causar la detención de otros vehículos
- Circular en paralelo a un colectivo
- En un cruce, que aparezca lateralmente otro vehículo
- Circular con motos o bicicletas cerca
- Circular con lluvia o con niebla
- Bajar caminos de montaña
- Pasar obstáculos en calles estrechas
- Circular de noche
- Circular con tráfico pesado
- Ver peatones cruzando la calle
- Los vehículos en los cruces
- Ser adelantado en una calle estrecha
- Adelantar en una vía de doble mano
- Que se frene el auto entorpeciendo la circulación
- Las cuestas abajo muy prolongadas
- Los túneles
- Las calles o autopistas con más de dos carriles
- Los puentes y pasos elevados
- Otras situaciones no especificadas
¿Cómo se trata esta enfermedad?
Como es el caso de la mayoría de las fobias, el primer paso para un tratamiento efectivo es lograr identificar lo que está sucediendo y tomar conciencia de ello. A través de la aceptación será mucho más sencillo encontrar el procedimiento más acertado para cada uno.
Generalmente, en primera instancia suele acudirse a distintos tipos de terapia y psicoeducación como la terapia cognitivo-conductual o la terapia de exposición donde se hace enfrentar al paciente, de manera paulatina y controlada, las situaciones que le generan miedo o ansiedad para que logren identificar sensaciones y así lentamente desprenderse de ellas.