Cómo leer la fecha de fabricación de un neumático y cuándo cambiarlo
Saber cuándo fue fabricado un neumático y cuánto tiempo puede usarse con seguridad es fundamental para evitar accidentes y cuidar el vehículo.
Una de las mayores responsabilidades de cualquier conductor es mantener los neumáticos en buen estado. Si bien a simple vista pueden parecer estar en óptimas condiciones, se debe tener en cuenta su antigüedad, ya que si son demasiado viejos pueden fallar sin previo aviso. Ante esto, es importante saber dónde y cómo leer su fecha de fabricación, y cuándo es hora de cambiarlos.
¿Dónde está la fecha de fabricación de un neumático?
La fecha de fabricación de un neumático está grabada en su costado exterior y figura en una secuencia alfanumérica conocida como código DOT. Estas letras corresponden al Departamento de Transporte de Estados Unidos, el organismo que estableció este sistema de identificación.
Saber cómo leer esta información es fundamental para conocer qué tan viejos son los neumáticos, ya sean los actuales o los nuevos, ya que podrían haber estado almacenados durante varios años antes de ser vendidos. En estos casos, tendrían una vida útil reducida aunque nunca se hayan usado.
¿Cómo se lee el código DOT en los neumáticos?
En el pasado, la fecha de fabricación se representaba con tan solo tres dígitos. Sin embargo, hoy en día para leerla se deben buscar los últimos cuatro dígitos del código DOT. De estos, los dos primeros corresponden a la semana del año en la que fue fabricado, y los dos siguientes indican el año. Por ejemplo, si termina en “1123”, significa que el neumático fue producido en la semana 11 del año 2023.

¿Cada cuánto tiempo cambiar los neumáticos?
Si bien no existe una fecha de vencimiento exacta, los fabricantes recomiendan cambiar los neumáticos cada seis años desde la fecha de fabricación, independientemente del kilometraje. Esto se debe a que el caucho se degrada con el tiempo, se endurece, pierde flexibilidad y reduce su capacidad de adherencia, sobre todo en pavimento mojado.
No obstante, puede ocurrir que los neumáticos necesiten un reemplazo más pronto. En este sentido, el sol intenso, los caminos con pozos y las variaciones térmicas aceleran el envejecimiento del material. Frente a esto, muchos especialistas sugieren no superar los cinco años de uso y realizar una revisión anual a partir del tercero.
¿Qué otras señales indican que hay que cambiarlos?
Además de la fecha de fabricación y los años de uso, existen otras señales que indican que un neumático ya no es seguro. Algunas de ellas son:
- Grietas o fisuras en los costados o entre los surcos del dibujo.
- Bultos o deformaciones, producto de golpes contra cordones o pozos.
- Desgaste irregular, que puede revelar problemas de alineación o suspensión.
- Vibraciones o ruidos al conducir, incluso en pavimento liso.

En Uruguay, se exige una profundidad mínima de dibujo de 1,6 mm para circular, aunque se recomienda cambiar los neumáticos antes de alcanzar ese límite. La mayoría cuenta con indicadores que aparecen entre los surcos cuando se alcanza el espesor mínimo permitido.
Si un neumático presenta alguno de estos signos, lo mejor es consultar en una gomería de confianza. Muchos talleres ofrecen revisiones gratuitas y pueden ayudar a determinar si conviene cambiar solo un par o los cuatro para mantener la estabilidad del vehículo.
¿Cómo mantener los neumáticos en buen estado?
Un mantenimiento adecuado puede extender la vida útil de los neumáticos en gran medida. Algunas de las prácticas básicas que conviene seguir son:
- Revisar la presión de inflado cada dos semanas: un neumático con presión baja o excesiva se desgasta de forma desigual.
- Rotar las posiciones cada 10.000 kilómetros: permite equilibrar el desgaste entre los ejes delantero y trasero.
- Alinear y balancear al menos una vez al año: también después de golpes fuertes o viajes largos por caminos irregulares.
- Evitar el sol directo por períodos prolongados: la radiación acelera la degradación del caucho en los neumáticos.
- Guardar los neumáticos de forma correcta: si se cambian por estacionales o de repuesto, se deben guardar en un lugar seco, oscuro y ventilado.
Además de mejorar la seguridad, estas rutinas ayudan a reducir el consumo de combustible y a mejorar el confort durante la conducción.
¿Qué puede pasar si se usan neumáticos viejos?
Usar neumáticos viejos o deteriorados aumenta el riesgo de accidentes. Por ejemplo, la pérdida de capacidad de tracción y de flexibilidad del caucho puede provocar que el vehículo derrape en superficies mojadas o que tarde más en frenar.
Por otro lado, aumenta la probabilidad de reventones, especialmente a altas velocidades o con carga pesada. Además, los neumáticos viejos pueden comprometer los sistemas de seguridad del auto, como los frenos ABS o el control de estabilidad, que dependen de una adherencia adecuada para funcionar.
Revisar la fecha de fabricación de los neumáticos es una cuestión de responsabilidad y de seguridad vial. No obstante, siempre viene bien contar con un seguro de auto para estar protegido.
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