Alquiler con depósito: de cuánto es y cómo recuperarlo

El alquiler con depósito es una opción recurrente a la hora de firmar un contrato de alquiler en Uruguay. Saber cómo funciona ayuda a evitar conflictos.
Si tenés una propiedad en Uruguay y pretendés recibir inquilinos, un contrato de alquiler con depósito puede ser de gran ayuda. Se trata de un mecanismo que tiene el fin de evitar malentendidos y planificar mejor las finanzas. Sin embargo, dado que cada uno es diferente, suele generar dudas en torno a su funcionamiento, monto, forma de pago y devolución.
¿Qué es un alquiler con depósito?
Un alquiler con depósito es aquel en el que el inquilino entrega, al momento de firmar el contrato, una suma de dinero como garantía. Este monto queda retenido durante toda la vigencia del contrato y se utiliza para cubrir posibles daños en el inmueble, deudas de alquiler o gastos impagos.
El objetivo de un alquiler con depósito no es adelantar los pagos. Funciona como un respaldo frente a posibles incumplimientos o daños a la propiedad. De este modo, si al terminar el contrato no se registran problemas, el monto se devuelve de forma íntegra al arrendatario, junto con los intereses que haya generado durante el período en el que estuvo retenido.
¿De cuánto es el alquiler con depósito?
El monto del alquiler con depósito varía según el acuerdo entre propietario e inquilino. Si bien suele equivaler a uno o dos meses de alquiler, no existe un tope único. Por el contrario, la ley permite que ambas partes acuerden la cifra con total libertad, siempre y cuando quede establecida en el contrato.
En definitiva, el monto del alquiler con depósito depende de factores como el perfil del arrendatario y el tipo de inmueble. Por ejemplo, en propiedades de alto valor o con mobiliario incluido, los propietarios pueden solicitar una suma mayor como medida preventiva. Sea cual sea la cifra, debe quedar explícita en el documento firmado para evitar conflictos posteriores.
¿Cómo hacer un alquiler con depósito en Uruguay?
El procedimiento más común para hacer un alquiler con depósito consiste en abrir una cuenta de depósito en garantía en el Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) a nombre del propietario, pero con el inquilino como depositante. De esta manera, cada vez que realice un depósito, recibirá un comprobante oficial que detalla el monto, la fecha y las condiciones.
El BHU mantiene el dinero inmovilizado hasta que el propietario autorice su devolución o se dicte una resolución judicial en caso de disputa. Mientras tanto, genera intereses que serán devueltos junto con el capital al término del contrato si no existen deudas o reclamos.
¿Cómo recuperar el depósito al finalizar el contrato?
Para recuperar el depósito, el inquilino debe haber cumplido con todas las obligaciones pactadas. Esto incluye entregar el inmueble en buen estado, estar al día con el pago de alquiler y servicios, y no tener deudas por gastos comunes. Una vez esto esté verificado, el propietario debe comunicar al BHU que autoriza la devolución.
El plazo de devolución del depósito puede variar, pero suele completarse en pocos días hábiles tras la aprobación del arrendador. El trámite consiste en el pago al inquilino por parte del banco, en el que se incluyen los intereses acumulados. Sin embargo, en caso de que haya un desacuerdo, el dinero puede quedar retenido hasta que se resuelva la disputa.
¿Qué pasa si hay daños o deudas pendientes?
Si al finalizar el contrato de alquiler con depósito el propietario detecta daños o deudas no saldadas, tiene derecho a descontar el monto necesario para cubrirlos. Para hacerlo, debe presentar pruebas que respalden la reclamación, como presupuestos o facturas impagas. Pese a esto, el resto del dinero sí debe ser devuelto al inquilino.
Por otro lado, si el arrendatario no está de acuerdo con los descuentos aplicados, puede recurrir a instancias de mediación o incluso a la vía judicial. Por esta razón, es fundamental que ambas partes realicen un inventario detallado del inmueble al inicio y al final del contrato.
Alquiler con depósito vs. Seguro de garantía de alquiler
En lugar de inmovilizar una suma de dinero mediante un alquiler con depósito, cada vez más inquilinos optan por contratar un seguro de garantía de alquiler. Esta alternativa consiste en el pago de una prima por parte del arrendatario a la aseguradora y, a cambio, esta garantiza el pago al propietario en caso de incumplimiento.
El seguro de garantía de alquiler puede ser más accesible para los inquilinos que prefieren evitar el desembolso inicial que implica un alquiler con depósito. Además, para el propietario, esta alternativa representa una garantía formal respaldada por una entidad financiera.
Una de las principales diferencias entre estas opciones radica en la agilidad del proceso. Mientras el alquiler con depósito puede demorar días en ser gestionado, el seguro de garantía de alquiler se puede obtener en cuestión de horas. A su vez, este último puede incluir la cobertura de daños al inmueble, servicios impagos y asistencia legal.
Ya sea que te encuentres del lado del propietario o del inquilino, es fundamental que conozcas cómo funciona un alquiler con depósito y un seguro de garantía de alquiler. A través del cotizador online de Segurarse, podés encontrar la cobertura perfecta para vos en cuestión de minutos.