Cuando se habla de contaminación del aire, es común pensar en ella como un problema al aire libre del que no necesitas preocuparte cuando estás dentro de tu casa. Sin embargo, los contaminantes del aire en interiores como los ácaros del polvo, el moho, la caspa de las mascotas y los gases pueden hacer que la calidad del aire dentro de tu hogar sea tan mala, y a menudo peor, que la calidad del aire exterior. Para mejorar la calidad del aire dentro de tu hogar, intentá seguir estos sencillos pasos.
Aumentá el flujo de aire en tu hogar.
Mejorar la calidad del aire en su hogar puede ser tan simple como permitir que el aire circule durante el día para que los contaminantes interiores no se concentren en una habitación. Hay dos formas claves de hacer esto.
Primero, intentá abrir las ventanas para que entre aire fresco. Mientras las ventanas están abiertas, dejá también abiertas las puertas interiores de tu casa para permitir que el aire circule por toda la casa. Sin embargo, aseguráte de verificar los niveles de contaminación y polen en tu área antes de abrir las ventanas, y mantené las ventanas cerradas durante las horas pico de tráfico por la mañana y por la noche si vivís cerca de una autopista o un camino muy transitado.
En segundo lugar, programá tu termostato; muchos termostatos modernos tienen un modo de ‘circulación’, que puede permitir que tu ventilador interior funcione durante un período de tiempo determinado cada hora para mejorar el flujo de aire en tu hogar.
Filtrá los contaminantes del aire en tu hogar
Para eliminar por completo algunos contaminantes y partículas del aire interior, considerá invertir en un purificador de aire portátil y agregar plantas de interior a tu hogar.
Purificadores de aire portátiles
Los purificadores de aire suelen tener un ventilador y filtros que funcionan juntos para eliminar las partículas grandes en el aire, como la caspa de las mascotas y el polvo del aire. A medida que el ventilador aspira el aire de tu hogar al purificador, el filtro captura las partículas y el aire limpio vuelve a salir a la habitación.
Plantas depuradoras de aire
Además de comprar un purificador, considerá agregar plantas purificadoras de aire como palmas de bambú, helechos y plantas de serpientes (entre otras) a tu hogar. Estas plantas son conocidas por eliminar del aire toxinas y productos químicos nocivos como el formaldehído (que se encuentra en los materiales de construcción) y el benceno (que se encuentra en el humo del tabaco) mientras respiran un soplo de aire fresco en tu espacio.
Es importante tener en cuenta que, si bien las plantas y los purificadores de aire portátiles pueden eliminar de manera efectiva las partículas del aire hasta cierto punto, la mayoría no eliminan los gases, y deberás tomar medidas por separado para proteger a tu familia de ellos.
Controlá los niveles de radón y monóxido de carbono en tu hogar
El radón y el monóxido de carbono son gases inodoros e incoloros que pueden representar graves riesgos para tu salud si no se detectan a tiempo. Si bien el radón se puede encontrar en varios tipos de suelo y llegar a tu hogar a través de sus cimientos, el monóxido de carbono proviene de la quema de combustibles como gas natural, propano, petróleo, madera, queroseno y carbón.
Para proteger a tu familia del envenenamiento por monóxido de carbono, debes tener detectores de monóxido de carbono que hayan sido certificados y que funcionen en tu hogar durante todo el año. Se recomienda instalar al menos una alarma en cada nivel de la casa cerca de las áreas principales en donde se duerme, y asegurarse de que no estén bloqueadas por muebles o cortinas.
Evitá que el moho crezca en tu hogar
El moho puede crecer en cualquier lugar de tu casa donde haya inundaciones, fugas o mucha humedad, y puede causar serios problemas de calidad del aire, especialmente para las personas con problemas respiratorios. Si bien no podés hacer que tu casa sea completamente a prueba de moho, hay varios tips que podés considerar para ayudar a prevenir el crecimiento de moho, que incluyen:
- Limpiar derrames y fugas tan pronto como ocurran.
- Encender extractores de aire en el baño, la cocina y el lavadero para ventilarlos mientras preparas la cena, te duchas o lavás la ropa.
- Mantener el nivel de humedad de tu hogar entre el 50 y el 60% en verano y entre el 30 y el 40% en invierno.
- Inspeccionar regularmente el techo y las canaletas en busca de daños que puedan causar fugas.
Si encontrás crecimiento de moho causado por una situación repentina y accidental, como una fuga de agua mientras estás de vacaciones, tu póliza de seguro de hogar podría cubrir el daño. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el crecimiento de moho causado por problemas de mantenimiento prevenibles probablemente no estará cubierto por el seguro.
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